Aumenta la artillería de la plaza fuerte.

Hace pocas semanas conocíamos que el centro de interpretación de las fortificaciones de Pamplona contaba con una nueva pieza de artillería, realizada por los alumnos de la escuela taller de forja y soldadura. El nuevo elemento, será la pareja de otro cañón que se exhibe en el centro de interpretación. Con éste son 8 las piezas de artillería con las que cuenta la plaza fuerte pamplonesa. Los seis primeros cañones son complementos que ambientan la ciudadela aunque no todos son de la misma época.

Las dos piezas de artillería del siglo XVII colocadas a las puertas de la sala de armas.

Las cuatro piezas más modernas están colocadas por parejas junto a la entrada principal y frente a la sala de armas, y son del siglo XIX . Fueron traídas de Burgos en 1961 cuando el ayuntamiento las adquirió para ambientar las fortificaciones de la zona del Redín, en una época en la que se acometieron las primeras reformas del conjunto amurallado. Ya en 1964, cuando el ejército cedió la ciudadela a la ciudad, se trasladaron a su actual ubicación. Aunque fuera casi circunstancial, nos agrada pensar que gracias a aquellas reformas de hace medio siglo, conservamos hoy en día buena parte del conjunto fortificado moderno. Lástima que no siempre se haya obrado en favor del patrimonio.

Los cañones de retrocarga del siglo XVII, en una imagen tomada en el Redín en 1964 para el expediente de declaración de Conjunto Monumental.

Los dos cañones más antiguos son probablemente del siglo XVI, coetáneos a la ciudadela y están colocados en la entrada a la capilla del recinto, sobre las recién estrenadas cureñas de madera realizadas también por los alumnos de la escuela taller. Estas dos piezas, son las únicas de avancarga (carga delantera), y están en mal estado de conservación, por lo que los expertos piensan que en algún momento han estado enterradas o sumergidas.

Uno de los dos cañones más antiguos en la puerta de la capilla de la ciudadela, con su nueva cureña.

Por último, el nuevo cañón se ha realizado como  pareja de otro similar. Ambos  son réplicas de los antiguos cañones de avancarga, y están decorando el Centro de Interpretación de las fortificaciones. Son los realizados gracias al trabajo de los alumnos de la escuela taller municipal. La citada escuela taller lleva años prestando el servicio de conservación de patrimonio, restaurando en su día por ejemplo el cuerpo de guardia del portal de la Rochapea (el único que se conserva actualmente), o la actual intervención en la fuente del hierro de Iturrama que ya comentamos en una entrada anterior.

Los alumnos de la escuela taller municipal posan junto al cañón que han fabricado para decorar el centro de interpretación de las fortificaciones.

El trabajo de estos alumnos nos permitirá aumentar los elementos artilleros que adornan nuestra pequeña joya patrimonial, el conjunto fortificado. Esperamos que dicho conjunto sea valorado y respetado, y se tenga especial sensibilidad a la hora decidir sobre su conservación, algo que se debería haber hecho desde hace mucho tiempo. De este modo, ahora podríamos disfrutar de murallas medievales (e incluso romanas) aparecidas en numerosos lugares de la ciudad. O tramos de las pertenecientes a las modernas fortificaciones del siglo XVIII, que han desaparecido en los últimos años.

Nos referiremos mas extensamente  a las murallas en próximas entradas.

Fotos: Escuela taller municipal, Archivo Municipal y Pamplona Histórica.